1- Preparate con antelación: conocé e investiga previamente muy bien el puesto de trabajo al cual se está optando. Y conoce, además, información sobre la empresa y qué aspectos valora más.

2- Puntualidad: llegar temprano a la entrevista es tan o incluso más importante que la entrevista en sí, en algunos casos. Por ende, administrá correctamente tu tiempo para no llegar sobre la hora.

3- Sé honesto y educado: responde a las preguntas con la mayor sinceridad posible, esto lo valoran mucho a pesar de no ser siempre lo que se busca. Además, la cordialidad y educación suman muchos puntos.

4- Demuestra tus habilidades y capacidades:
la empresa debe tener buenas razones para contratarte. Por ende, demuéstrale por qué deberían contratarte a vos en vez de a otro, qué podes o tenés para ofrecer en el puesto de trabajo.

5- Escucha y responde lo necesario: ante las preguntas o indicaciones del entrevistador, debes prestar atención y escucharlo atentamente. Así, será más fácil responder de manera precisa e inteligente a lo que se te solicita.

6- Lenguaje corporal: aunque muchos no toman demasiado en cuenta este aspecto, es muy importante. Tener una buena actitud, sonreír, hacer gestos con las manos mientras respondemos a las preguntas y la firmeza de las oraciones demuestra una buena confianza en nosotros mismos.